La Psiconeuro-odontología,
la historia que los dientes cuentan para sanarnos.
Por
Andrés Chavez García
Odontólogo
Neurofocal y Bioenergético
Bogotá
– Colombia
drandresodontologia@gmaail.com
Agosto
de 2.017
Quien
asiste a la consulta odontológica generalmente presenta una contingencia, tiene
un dolor, una fractura, un cambio de color, una molestia que le altera su
normal cotidianidad. Suficiente motivación para visitar a quien seguramente
apagara esa situación. Pero como odontólogos no deberíamos olvidar que el ser
humano que llega, es alguien con una historia
de vida, que sueña, tiene frustraciones, alegrías, miedos, felicidades,
nostalgias, anhelos… que son factores que influyen en la producción de estas contingencias.
El paciente gracias a esa historia vive sus emociones, experimenta y aprende. Los dientes
nos cuentan esa historia…, los dientes son la expresión de lo que somos, hemos
sido y nuestros ancestros han sido. No es un simbolismo ni una representación,
es una verdadera expresión de aquello que se es. Aquel que llamamos paciente,
se junta con otros humanos y es capaz de expresarse a través del lenguaje, el
habla…la palabra. Factor muy importante
en la génesis de la alteración bucal. El odontólogo actual está en mora de redescubrir
su rol como terapeuta, pero también el paciente debería entender que el
responsable de su salud es él mismo, y no solo el médico o el odontólogo. Esto
muchas veces nos sucede porque no acompañamos a nuestros pacientes en sus
procesos de recuperación, y tomamos la decisión de atender una enfermedad y no
al paciente. Pero talvez no fuimos educados para esto o no cultivamos este
propósito.
La
odontología se ha convertido en una técnica muy bien realizada, de altísima
especialización y evolución tecnológica para tratar las enfermedades, pero debe
continuar siendo una terapia integral, para ser activa en el acompañamiento al
paciente para que resuelva sus problemas. El odontólogo es un terapeuta.
Los
pacientes cuando llegan a la consulta por un dolor o por una enfermedad bucal,
tienen la tendencia a entregar la resolución total de su conflicto al
odontólogo o el médico de atención, y pues si es menester entender que hay
alguien que se ha preparado profesionalmente para esa atención, es quien debe
asumir el rol de liderazgo para acompañar al paciente en su camino hacia la
sanación, pero aclaro, no es el profesional de la salud, el único responsable
de la resolución del conflicto. Si somos pacientes tenemos la obligación de
asumir lo que nos corresponde, que definitivamente es demasiado...es todo.
Desarrollando
mi profesión, vi que algunas actitudes de los pacientes podían hacer que sus
alteraciones se resolvieran o se empeoraran, y ese para mí se convirtió en un
factor definitivo, pues creo que el paciente debe tener la voluntad de sanarse
y en ocasiones no era así por la conducta y el manejo que le daba a su
enfermedad. Pero sabía que no era simplemente que el paciente debía hacer caso
omiso a su sensación dolorosa y pensar positivamente, comencé a deducir que el
abordaje terapéutico debería incluir la pregunta al paciente del por qué decidió
hacer esta enfermedad, y como me beneficia o la aprovecho. Sentía que
había algo más allá, y que la solución no estaba solo en una buena técnica física que estaba realizando.
Me
introduje en una búsqueda personal que me llevo a dejar en claro que el
paciente no solo era una boca con unos dientes y encías, sino que
además tenía su cuerpo entero en constante conexión general, y cualquier cosa
que yo realizara en la boca iba a tener una repercusión en cualquier otro sitio
del organismo, e incluso en su actitud. Encontré así la odontología Neurofocal, que
explica las uniones entre un dolor de una rodilla por ejemplo y la colocación
de una amalgama odontológica, o el aumento de las histaminas y la consecuente
sensación de fluidos por la nariz originado por un contacto alto dejado después
de la colocación de un sellante dental o una resina de obturación. Todo esto
era un mundo nuevo al que entraba no solo como odontólogo, sino también como
paciente, y al comprender que las diferentes terapéuticas alternativas como la
acupuntura, la homeopatía, la homotoxicología, la osteopatía, el manejo de
dieta alimenticia, podían contribuir en la atención del paciente odontológico,
las hice parte de mi consulta, pero también las buscaba como paciente para mí y
mi familia.
El
abordaje terapéutico tiene tres componentes que no debo desconocer ni como
profesional de la salud ni tampoco como paciente: el aspecto físico, que en
odontología era el único que había manejado, el mental que es entender que una
emoción influye en un paciente directamente por la información que suministra,
y el componente energético que es un sistema corporal que en occidente ha sido
dejado a un lado, mientras en oriente es una de las formas más importantes de
alcanzar la armonía para encontrar la sanación.
Fui
entendiendo que una información cambia la bioquímica del Ser, y comprendía
porque una emoción por su puesto era definitiva para la producción de una
caries dental o una inflamación gingival. Así fue como encontré para acompañar
esas emociones, que físicamente también alteraban a mi paciente, una maravillosa
herramienta: las esencias florales.
Pero
el Doctor Christian Beyer, nos ha regalado en sus enseñanzas una herramienta
valiosísima para acompañar a los pacientes: La descodificación dental, que nos
confirma que los dientes son la expresión de lo que somos, hemos sido y
nuestros ancestros han sido, y mediante los dientes descubrimos la historia
íntima del alma del paciente, para ser usada terapéuticamente en el tratamiento
dental a través de la intervención en la estructura psicológica del paciente.
Acompañamos al paciente a sanar su espíritu y por esto la expresión física en
su boca se transforma. Seguro tendremos que desaprender algunas leyes que la
academia nos dio, y descubrir que la acción microbiana no es la causante de una
caries dental. Cuál es entonces la causa?, Porque aparece en aquel que maneja
excelentes medidas de higiene oral?, porque solo aparece en una zona de la boca
o en el mismo diente y lugar del lado contrario del arco dental, a pesar de un
buen cepillado? Son preguntas que hemos contestado más con justificaciones como
el manejo de la técnica de higiene oral, con la susceptibilidad de la zona, con
la habilidad motriz para el cepillado dental? Pero cuál es la razón real?, y
aquí la Psiconeuro-odontología llega a explicarnos lo que sucede, y como dice
Beyer, nos encamina a comprender la integración del órgano dental con la
estructura neuropsicológica del ser humano. Y lo común a todos los pacientes
con caries son los sufrimientos psico-emocionales no conscientes, la caries es
un fracaso de la adaptación verbal, es una carencia sin solución, que necesita
que entremos a nuestro interior para reconocer lo que nos falta, que tal vez solo
sea una palabra, una frase, un reconocimiento o una consideración, que es una reflexión
meditada que exprese la opinión que se tiene sobre alguien o algo.
Esto
deriva en que la psique humana produzca comportamientos biológicos diferentes, que
se entienden como enfermedad. Y una información, como lo es la emoción, es capaz de transformar la
bioquímica del cuerpo humano. La neuropsicología actual ya reconoce que para
cada emoción existe un programa biológico acoplado.
La relación
entre el cerebro y los dientes, se explica entre otros factores porque tienen
igual origen embrionario. La enfermedad bucal surge cuando lo que pensamos,
decimos, sentimos y hacemos, no corresponde a lo que realmente queremos pensar,
sentir y hacer.
“Las
enfermedades orgánicas tales como nosotros las conocemos, son un resultado y un
producto final; son la última etapa de algo mucho más profundo. La
enfermedad se origina por encima del nivel físico, más cerca del plano
mental, y es enteramente el resultado de un conflicto entre nuestro Yo
espiritual y nuestro Yo mortal. En la medida en que éstos se encuentren en
armonía, gozamos de perfecta salud, pero tan pronto como entran en discordia, surge
lo que conocemos por enfermedad.”, “…no es la enfermedad lo que hay que
combatir, sino la causa que la produce. Se debe buscar esa causa y eliminarla. Una
vez eliminada, los síntomas o enfermedad (efectos) acaban desapareciendo por la
ausencia de causante.”, "…el odio puede ser
vencido por un odio mayor, pero sólo podrá ser curado por el amor…". E. Bach
La
descodificación trabaja desentrañando aquellas emociones ocultas, reprimidas y
que se hallan en nuestro inconsciente. Estas luchan por manifestarse, para
decirnos que nos estamos mintiendo, que nuestras acciones pueden ser socialmente
correctas pero corrosivas para la salud.
Para
evitar la caries, seguramente tendré que entrar en mi interior, revelar mis
carencias, reconocerlas, verbalizarlas, pero sobre todo vivir…solo vivir.
En
estos últimos años, desde que tuve la oportunidad de aprender la descodificación
dental y ahora que se ha crecido esta terapéutica para convertirse en la
psico-neuro odontología, mi trabajo en el consultorio encontró mayor
aprendizaje, tanto para mis pacientes como para mí, donde he podido crecer como
terapeuta en odontología.
Ahora
la radiografía panorámica que registra la totalidad de los dientes y estructuras
bucales de los pacientes se convirtió en un método diagnóstico más completo no solo porque nos brinda la información
dental, sino también la del espíritu del paciente, para así lograr un
acompañamiento mucho más eficaz.
Valoro,
agradezco y felicito a la Asociación de odontólogos Neurofocales de Colombia,
el esfuerzo por abrir este espacio en alianza con la Universidad Nacional de
Colombia, y ampliar la difusión del tema, al invitar a Bogotá este 14 de
agosto, a mi maestro Christian Beyer, para un nuevo curso de capacitación,
donde más odontólogos puedan experimentar, vivir y descubrir lo que los dientes
nos hablan.
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