PRIBRUX
PROGRAMA DE REDUCCION DEL IMPACTO DEL
BRUXISMO
21 días para liberar la tensión y volver a
sonreír desde el alma
El bruxismo
no es solo apretar los dientes. Es una forma en la que el cuerpo grita lo que
la voz ha callado en los momentos de mayor estrés. Es el reflejo de una tensión
interna que busca salida, durante la noche o incluso en el día en actividades
que te desconectan, allí aparece un temblor involuntario que impacta no solo tu
boca y los músculos de la cara, sino todo tu cuerpo.
PRIBRUX nace precisamente para acompañarte
en ese proceso de liberación: para que dejes de resistir y empieces a sentirte
en paz contigo mismo.
Durante 21
días, te guío en un proceso profundamente personalizado y presencial,
estructurado en 4 sesiones que se convierten en un viaje hacia el bienestar
físico, emocional y energético.
Cada sesión
tiene un propósito y una vibración diferente: desde el reconocimiento del
cuerpo y la toma de conciencia del patrón, hasta la integración de nuevas
herramientas que devuelven suavidad, descanso y sonrisa.
La
boca expresa lo que muchas veces no se dice: rabia contenida, miedo,
autoexigencia, necesidad de control o de defensa.
Al atender la boca desde una mirada consciente, no solo se trata la estructura
dental, sino también lo que la emoción está queriendo comunicar.
Sanar la boca es abrir un canal de
expresión y autenticidad emocional.
Volver a habitar el cuerpo es permitirse sentir y vivir desde la
presencia.
¿Qué sucede durante el programa?
21 días de recomendaciones diarias, de observación,
de meditaciones con el registro de síntomas y las tareas diarias se apoya la reducción
del impacto del bruxismo y develando su origen
• Sesión 1: Despertar la conciencia corporal
Comprendemos juntos qué está expresando tu cuerpo a través del bruxismo y cómo
esa tensión se ha construido en tu historia.
Utilizamos el Lenguaje Dental Bioemocional® (LDB), que permite reconocer
qué emoción, creencia o historia se esconde detrás del bruxismo.
Iniciamos un proceso de reconexión corporal que te prepara para soltar y para
la reducción del impacto mediante la estimulación trigémino-vagal dental,
que no es precisamente un alivio o un ajuste oclusal dental, se considera una
herramienta terapéutica que promueve la relajación profunda del sistema
nervioso. Aumenta la consciencia emocional y física de presentar bruxismo.
• Sesión 2: Liberar la tensión acumulada
Profundizamos en la liberación consciente de la musculatura facial, cervical y
mandibular, integrando ejercicios de respiración, conciencia dental y técnicas
de autocuidado que devuelven ligereza y bienestar. Utilizamos diferentes
terapias como LDB, aromaterapia, terapia floral, terapia neural, geometría sagrada,
osteopatía, buscando reducir el impacto
sobre el cuerpo físico.
Trabajamos en la relación entre tu sistema nervioso, tu boca y tus emociones. Aprendes herramientas prácticas para mantener tu equilibrio diario como el TRE, reduciendo la reactividad corporal frente al estrés. Es una sesión de meditaciones específicas para el bruxismo, de chequeo corporal y de auto conocimiento.
• Sesión 4: Integrar y sonreír
El cuerpo ya no necesita defenderse apretando.
Cerramos el ciclo reconociendo el aprendizaje, fortaleciendo tu presencia y
celebrando la sensación de calma y vitalidad que surge cuando vuelves a
habitarte desde la paz.
¿Qué
resultados puedes esperar?
Al
completar los 21 días, la mayoría de las personas experimentan:
✨
Disminución
del rechinamiento nocturno y del dolor mandibular.
💤
Mejor
calidad de sueño y descanso profundo.
💗
Reducción
de la ansiedad y la sobrecarga mental.
🌿
Mayor
conexión con el cuerpo y con las emociones.
😊
Una
sonrisa más relajada, natural y consciente.
Síntomas asociados
que abordamos en Pribrux
·
Dolor
o rigidez cervical
·
Dolor
de cabeza o migrañas
·
Sensación
de cansancio y dolor al despertar
·
Hipersensibilidad
dental
·
Dolor
en el oído y vértigo
·
Alteraciones
del sueño o dificultad para relajarse
Volver
a habitar tu cuerpo
Pribrux
no busca solo eliminar un síntoma.
Busca devolverle
a tu cuerpo la posibilidad de sentirse seguro, tranquilo y en armonía.
Porque cuando dejas de apretar, algo mucho más profundo se abre: la
sonrisa auténtica de quien vuelve a habitarse.
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